La leyenda de la Dama Serpiente Blanca.
Uno de los relatos más conocidos de la literatura china es la leyenda de la Dama Serpiente Blanca. Surgió primero como una historia corta durante la Dinastía Tang (618-907),
sufriendo constantes alteraciones en siglos posteriores, y siendo adaptada para su representación en la ópera china en el siglo XVIII.
La historia en su versión más conocida se desarrolla durante los años de la Dinastía Song del Sur (1127-1279), cuando Hangzhou era la capital del imperio. Comienza en la montaña Emei, donde vivían una serpiente blanca y una verde. Ambas utilizaron sus poderes mágicos para transformarse en dos damas jóvenes y hermosas, cuyos ropajes eran blancos y verdes spectivamente. Un buen día cruzando el puente Duan Qiao (Puente Roto) del Lago Oeste conocieron a un joven erudito llamado Xu Xian, del cual se enamoró la Dama Blanca desde
el primer instante.
Se casaron al poco tiempo y abrieron una herboristería, desde la cual proveían de medicinas incluso a aquellos incapaces de costearse el tratamiento, lo que hizo que su negocio llegara a
ser muy popular. Un día un monje taoísta llamado Fa Hai vio a la pareja mientras salían del almacén y advirtió a Xu Xian de que su esposa era en realidad una serpiente blanca. Sin
embargo, Xu Xian no le creyó.
Y Llegó el Festival del Barco Dragón, durante el cual las familias chinas adornan sus casas y beben vino para alejar los malos espíritus. La Dama Blanca y la Dama Verde eran conscientes del peligro que esto suponía para ellas, puesto que eran criaturas mágicas. Además, en aquel momento, la Dama Blanca esperaba su primer hijo y sus poderes se habían debilitado considerablemente.
A fin de no disgustar a su marido, accedió a beber vino, pero eso la hizo perder el control. Salió entonces corriendo hacia su alcoba y volvió a su forma original allí. Cuando Xu Xian entró en el dormitorio y vio una enorme serpiente blanca enrollada sobre su cama fue presa del terror y murió en el acto.
Embargada por el dolor, la Dama Blanca emprendió un viaje que la llevó hasta las montañas Kun Lun, en busca de una hierba mágica capaz de devolver la vida a su marido. Tras mucho buscar no consiguió hacerse con la preciada hierba. Cuando ya se estaba dando por vencida se le apareció Shou Hsing dios de la longevidad, quien le hizo entrega de la hierba mágica como muestra de compasión.
Cuando Xu Xian recobró el conocimiento, la Dama Blanca intentó persuadirle de que la visión de la serpiente blanca había sido producto de una alucinación. Pero Xu Xian seguía intranquilo y decidió ir al templo de oro de la montaña para visitar a Fa Hai. Éste le dijo que para librarse del espíritu de la serpiente debía ordenarse monje y Xu Xian accedió.
La Dama Blanca viajó hasta el templo en compañía de la Dama Verde, para pedir Fa Hai que liberara a su marido. Ante el rechazo a su petición se encolerizó y convocó un gran ejército de criaturas acuáticas que inundaron el templo de Shan Jin. Fa Hai, quien también poseía poderes mágicos, respondió haciendo que la montaña creciera, escapando así de las aguas. Con sus poderes debilitados debido al embarazo, la Dama Blanca se rindió para aguardar el nacimiento de su hijo, mientras que la Dama Verde, incapaz de luchar sola, escapó del lugar con la esperanza de poder aumentar sus poderes y regresar con ayuda.
Tras nacer su hijo Xu Xian, fue a visitarlo y la Dama Blanca admitió ante él su verdadera condición. Justo cuando ocurría esto, Fa Hai aprovechó la ocasión para aprisionar a la Dama Blanca en su forma serpentina. La condenó a un cautiverio eterno bajo la Pagoda Leifeng, ya que su relación con un mortal estaba prohibida bajo mandato celestial.
Y así concluye la historia. Durante los siglos ha evolucionado del cuento de terror al romance, ya que en sus primeras versiones la serpiente blanca era un demonio disfrazado que tentaba a sus víctimas para quitarles después la vida. Más tarde pasó a convertirse en un ser benigno que curaba a la gente a través de su medicina herbolaria.
También se cuenta que la Dama Verde consiguió cumplir su promesa y regresar para liberar a su compañera, desterrando así Fa Hai, y permitiendo que la Dama Blanca y Xu Xian vivieran el resto de sus días en dicha.
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