Un estudio realizado por el forense español Carlos Guerrero explica que el impacto que una pelota de golf puede producir en una persona es más grave que el de un disparo de pistola, si la bola alcanza las velocidades cercanas a los 300 kilómetros por hora.
El forense Guerrero, realizó el estudio como parte de las pruebas periciales presentadas en un juicio por un grupo de vecinos de Islantilla (Huelva, sur de España), que demandaron a un club de golf de la zona por el daño que el impacto de las bolas causaba en sus viviendas.
El club fue condenado en enero pasado a levantar una valla para proteger a las casas.
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