A través de los años los expertos en ocultismo han teorizado sobre este macabro libro y con el paso del tiempo también han aparecido muchas copias falsas del Necronomicon. Pero las mejores pistas sobre la verdadera historia detrás del mítico Necronomicon las podemos encontrar en los propios trabajos de Lovecraft. Es cierto que Lovecraft admitió que su Necronomicón era una obra de ficción, pero en su propia biografía sobre el Necronomicon en 1927, hace muchos errores deliberados que dan pistas sobre la verdad detrás de la ficción de Lovecraft. Según afirman muchos expertos, Lovecraft probablemente era consciente de que no era oportuno revelar la verdad a través de sus cuentos y novelas. Lovecraft dijo que su Necronomicon fue escrito en el 700 d.C. por un árabe loco llamado Abdul Al-Hazred en Damasco. Pero, ¿quién fue el verdadero autor de este notable libro? El astrólogo y escritor Abu ‘Ali al-Hasan fue señalado por muchos como el verdadero autor aunque el místico judío Alhazen ben Joseph también fue propuesto. La mayoría, sin embargo, sugiere que el verdadero nombre del loco árabe Abdul Al-Hazred era Abu ‘Ali al-Husayn, conocido como Ibn al-Rawandi o Rhazes.
La historia del Necronomicon
Rhazes nació en el año 827 d.C. en Marwarrudh actual norte de Afganistán. Al principio de su vida se unió al Islam ganando el reconocimiento entre ellos. También estudió la Cábala, el Sufismo, el árabe y el gnosticismo cristiano. Él escribo varios libros, tanto en la teología y la filosofía de los cuales sólo quedan algunos fragmentos. Después de algunos años estudiando el ocultismo Rhazes comenzó a realizar peregrinaciones y expediciones a lugares remotos y salvajes. Pasó varios meses con un desconocido maestro en el desierto de ad-Dahna antes de desaparecer por más de 10 años sin dejar ni rastro en el desierto rojo de Rub’ al Khali. Según su propia escritura, vivó durante este tiempo en la mítica ciudad perdida de Iram donde estudió enseñanzas antiguas y secretas. Cuando se fue de Iram viajó a Alejandría, El Cairo, y luego a la necrópolis de Saqqara, en Menfis. Rhazes dedicó el resto de su vida al estudio de las ciencias ocultas y la escritura de su libro, “Al Azif”.
El Al Azif fue editado a unos pocos ejemplares entre los místicos árabes y teólogos. El libro se prohibió por su contenido y todas las copias conocidas fueron destruidas. A principios del año 1100 d.C., Al Azif fue traducido al griego probablemente en el monasterio de San Pablo, el anacoreta en Egipto, y al parecer le dio el título de “Νεκρονομικòν (Necronomicon)”. En 1211 d.C. la traducción griega estaba prohibida y todas las copias conocidas fueron quemadas por orden del Patriarca de Constantinopla Miguel IV.
A principios del siglo XIV el Al Azif se tradujo por primera vez al latín por Arnaldus de Villa Nova (1235-1311), probablemente basado en el libro original perdido del Al Azif. En 1389, el Papa Bonifacio IX prohibió todos los libros relacionados con el Al Azif, tanto la traducción de Arnaldus como la versión griega. Las órdenes de Bonifacio IX era quemar todas las copias que se pudieran encontrar. Algunas fuentes afirmaron que una de las traducciones griegas del Necronomicon llegó a Rusia en la caída de Constantinopla en 1453. El libro se mantuvo al parecer en la en la biblioteca privada del zar hasta la caída del imperio zarista. Hay rumores sobre copias que se imprimieron durante el año 1500. Rasputín decía poseer uno de estos libros, que supuestamente era un regalo de la tercera esposa de Tsar Nicholas. No se conoce ninguna de estas copias hoy en día. La única copia conocida del texto árabe original “Al Azif” y la traducción prohibida griega fue destruida o robada cuando los beduinos saquearon el monasterio de San Pablo y quemaron su biblioteca en el año 1448 d.C. En 1541, el alquimista y místico alemán Theophrastus Paracelsus imprimó su propia traducción alemana de la versión al latín de Arnaldus. Una copia del libro de Paracelsus se dice que fue tomado como botín por los suecos en Praga en 1648, pero fue probablemente destruido en el gran incendio en el Palacio Real de Estocolmo en 1697. Durante el año 1600, el inglés místico John Dee terminó su propia traducción al inglés del Necronomicon. El texto no se publicó hasta después de la muerte de Dee. Meric Casaubon imprimó la traducción al Inglés de Dee en una edición muy limitada en 1651. En 1652 el médico danés Olaus Wormius realizó una nueva impresión de Arnaldus en Alemania.
El Necronomicon de Simon
Otra de las versiones más conocidas es el llamado Necronomicon de Simon. Avon Books fue fundada en 1941 por la Corporación de Noticias de América (ANC) para crear un rival para la edición de libros de bolsillo. Avon publicaba novelas baratas, así como colecciones de cuentos dirigidas al público más joven. Entre los escritores que fueron publicados se encontraba H.P. Lovecraft. Tras cambiar de propiedad un gran número de veces en los años 40, 50 y 60 Avon decidió dar un giro en sus publicaciones a mediados de la década de 1970. Se desconocen los motivos por el cual decidieron crear una versión propia del Necronomicon, pero lo que muchos afirmaron es que se trataba de algo más que del simple objetivo de hacer dinero. De este modo, en 1977 Avon Books publicó el “Necronomicon de Simón”. Se tituló así debido que fue escrito por un hombre identificado sólo como “Simon”. El libro pretendía derivar su contenido desde la mitología Sumeria, sin embargo lo que realmente se trataba era más de la mitología Babilónica y su introducción trató de identificar los Grandes Antiguos y otras criaturas introducidas en Mythos de Lovecraft con dioses y demonios Sumerios y Babilónicos. Los cuentos presentados en el libro eran una mezcla de mitos mesopotámicos y una historia desconocida sobre un hombre llamado el “árabe loco”. Lo extraño de la publicación era que el Necronomicon de Simon no tenía vinculación directa con los escritos de Lovecraft. De hecho, Lovecraft escribió muy poco acerca del Necronomicon, habiendo sólo unos pocos pasajes de sus historias en las cuales cita al libro. Tal vez el más conocido es:
"Que no está muerto lo que puede yacer eternamente, y con los evos extraños aun la muerte puede morir.”
Este clásico pasaje no está incluido en el Necronomicon de Simon, lo que para algunos es una prueba de que el “Necronomicon” realmente existió.
Más allá de la leyenda
El Necronomicón, en todas sus versiones es considerado por los expertos como uno de los libros más peligrosos de la humanidad. Las ideas horribles y las verdades oscuras que este libro, de una manera terriblemente convincente, da a sus lectores a menudo han llevado a la locura y la muerte. Además de las antiguas verdades y profecías premonitorias, el libro también contiene hechizos y encantamientos que en manos equivocadas puede crear un daño impensable. Todas las copias originales conocidas del Necronomicon se mantienen bajo llave y no están disponibles al público. Varias organizaciones y sociedad por diferentes razones buscan todas las copias del libro que se encuentra aún en manos privadas. Cualquier intento de difundir el contenido del Necronomicon ha acabado en tragedias debido a accidentes que son atribuidos a la maldición que parece acompañar al libro, siendo un gran misterio todo lo que rodea el mundo del Necronomicon.
¿FICTICIO O VERDADERO?
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