jueves, 5 de marzo de 2015

Sueños Lúcidos, Una Experiencia Increíble

¡¿Pero que son?! 
Un sueño lúcido es un sueño que se caracteriza porque el soñante es consciente de estar soñando, pudiendo alterar la logica del mismo. Se puede dar espontáneamente o ser inducido mediante prácticas y ejercicios. La mayoría de los sueños lúcidos sucede en la etapa de sueño paradójico y mediante un proceso fortuito o desencadenado con el aprendizaje. La consciencia de soñar le da al soñante la posibilidad de controlar deliberadamente no sólo sus acciones, sino también el contenido y desarrollo de los sueños. La capacidad de reconocer y controlar los estados oníricos se menciona en textos budistas del siglo VII. En Occidente se ha estudiado el fenómeno en condiciones de laboratorio desde finales de los años 1970. Bla, bla, bla... 
Ahora mismo,¿Estás soñando? 

Los sueños lúcidos son aquellos sueños en donde nos damos cuenta de que estamos soñando. 

"LOS SUEÑOS, SIENDO UNA GRAN RESERVA DE CONOCIMIENTO Y EXPERIENCIA, SON A MENUDO NO CONSIDERADOS EN SU CUALIDAD DE VEHÍCULOS PARA EXPLORAR LA REALIDAD" - TARTHANG TULKU RINPOCHE


"TODO LO QUE VEMOS NO ES SINO UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO" - EDGAR ALLEN POE Si, puedes controlar tu sueño, puedes volar, encontrarte con alguien, teletransportarte...

¿Porqué soñamos? 
Si el hecho de dormir es ya un gran misterio, imagina lo que puede llegar a ser el soñar, esa inmersión en otros mundos, con sus propios personajes, ocurrencias, y reglas muy diferentes a las que operan en nuestra realidad de la vigilia. 
Y también hay diferentes estados de lucidez[size] 

Estado pre-lúcido 

Hay algo en el sueño que sentimos que definitivamente no esta bien; algo le ocurre a la "realidad" pero no sabemos con certeza qué es. Estamos al borde de un sueño lúcido, pero aún no llegamos a el. Esta etapa es buena para despertar y reconocer esas cosas que debieron habernos "despertado" en el sueño. 

Bajo nivel de lucidez 

Por unos momentos nos damos cuenta de que estamos soñando, pero antes de poder disfrutar de la realización, nos sentimos "absorvidos" por algún acontecimiento en el sueño y perdemos la oportunidad. Regresamos a soñar normalmente. 

Alto nivel de lucidez 

Estamos completamente conscientes de que estamos soñando, y de que todo lo que nos rodea es parte de un sueño. Las percepciones son increíblemente claras; podemos incluso interactuar con el entorno y las personas a nuestro camino, sin perder la conciencia de que nos encontramos en un entorno onírico. Podemos alterar "mágicamente" en cierto grado nuestro entorno, y realizar cosas que en la vigilia serían imposibles, como volar. 

Lucidez absoluta 

Permanecemos conscientes en todo momento, incluso mientras nos quedamos dormidos; no hay saltos o "vacíos" en la continuidad de la conciencia. Este nivel de lucidez está asociado a casos de un control total en los sueños, como el que dicen tener algunos maestros de meditación budistas. 


Con la práctica, en teoría todos podemos llegar a tener lucidez absoluta en nuestros sueños. 


Cómo recordar los sueños 
Uno de los primeros pasos en el camino de la lucidez onírica, consiste en el recordar lo soñado durante la noche. Esto porque de partida, ¿de qué serviría tener un sueño lúcido si después no vamos a recordar la experiencia?.
 



Antes de dormir, lo primero que debemos hacer es aclarar un poco la mente. Esto lo puedes lograr enfocando por unos minutos tu atención en la respiración, dejando que los pensamientos pasen por tu cabeza sin retenerlos o elucubrar sobre ellos, como si fueran nubes que pasan por el cielo de tu conciencia. Esto es una técnica clásica de meditación. Si lo anterior no te resulta cómodo puedes intentar visualizar algún lugar agradable e intentar disfrutar y relajarte en ese lugar mental, o puedes rezar de acuerdo a tu credo religioso. Todas estas cosas ayudan a despejar la mente. Una vez que sientas que la actividad "frenética" de la mente ha decantado un poco, y sientes cierta claridad interior, el siguiente paso es proponerte recordar tus sueños cuando despiertes, o más bien, proponerte "recordar" que tienes que "recordar" tus sueños al despertar; suena bastante extraño, pero es así - al comienzo es típico proponerse recordar los sueños pero al despertar se nos olvida, y después de un rato después de haber despertado es muchísimo más difícil el procedimiento. Un "tip" muy útil es que al despertar, intentemos por unos momentos permanecer completamente inmóviles mientras recordamos nuestros sueños. Está demostrado que de esta manera los cambios que se dan en nuestros cuerpos y cerebros al pasar del sueño a la vigilia se dan de manera más gradual, lo que facilita el acceso a la memoria de los sueños; los cambios bruscos en la química de nuestro cerebro hacen difícil recordar nuestros sueños, tal como se ha visto en los laboratorios del sueño. Por último, un consejo importante es no decepcionarse con los primeros resultados. Es normal al comienzo solo recordar pequeños fragmentos o sensaciones. Con el tiempo y la práctica es posible recordar no solo sueños completos, sino que varios sueños durante la noche, hasta cuatro o cinco, con todos los detalles. Es un arte que requiere de práctica y disciplina.

Escribe un diario de los sueños Ahora ya sabemos lo básico y seguramente ya podrás recordar algunos sueños con más facilidad si sigues los consejos del artículo anterior. El siguiente paso es sumamente útil para la mayoría de las personas; llevar un diario con tus sueños estimula al subconsciente haciéndole saber que los sueños son importantes - el mismo hecho de saber que debes llevarlos al papel estimula su memoria. Entre las opciones que debes barajar para ir registrándolos, está la clásica libreta o diario, y también una grabadora; hay las hay digitales y son muy fáciles de usar. Otra opción es el escribir los sueños directamente en la computadora. Algunas personas los graban primero con su voz, para luego con más tiempo pasarlos a la computadora. No importa el método que uses, lo importante es que seas consistente para que este verdadero entrenamiento de la memoria onírica tenga efectos acumulativos en el tiempo. Si usas una libreta o grabadora, lo ideal es que las mantengas al costado de tu cama, siempre en el mismo lugar, para tener la comodidad de alcanzarlos al despertar sin mayor esfuerzo ni tiempo perdido; las memorias de nuestros sueños suelen ser bastante "volátiles", se desvanecen con facilidad. Entonces el procedimiento es así de sencillo: nos despertamos, recordamos nuestro sueño, y luego lo escribimos o grabamos. Si al comienzo solo recordamos vagas sensaciones o sentimientos, eso está bien, entonces escribimos eso. Con el tiempo y la práctica es posible alcanzar una gran maestría en esto de recordar los sueños, como lo comentamos en el artículo anterior. Practicantes avanzados, incluso son capaces de mantener la lucidez onírica durante toda la noche, a través de todos los sueños y fases del dormir, pero vamos paso a paso... Reconoce los signos. ¡Estás soñando! Ahora que ya sabemos como recordar nuestros sueños, y además llevamos un diario o registro de los sueños que vamos teniendo, podemos seguir con el primer gran paso hacia la lucidez onírica, el reconocer los signos que más adelante nos van a decir de que estamos soñando, liberándonos de la ilusión, o más bien dicho liberándonos a la ilusión. Lugares del pasado Es común que los sueños tengan lugar en escenarios prestados de tu pasado, por ejemplo la casa de tu infancia o el lugar al que visitabas en los veranos durante tu juventud. También es posible que la trama se desarrolle en tu antiguo colegio o universidad. Al subconsciente le encantan estos lugares, sobretodo si tienes buenos recuerdos de ellos.

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