Descubrimientos
Arqueológicos
Ser un arqueólogo puede ser divertido a veces,
pero de vez en cuando te encuentras con algo muy
perturbador. Las cosas que estos arqueólogos han
desenterrado probablemente estaban mejor
bajo tierra.
1. Cremación de niños.
2. Restos de un ataque caníbal
En el año 2010, un grupo de investigadores en
España descubrieron evidencia de lo que parece
ser el ataque de un caníbal en una familia de
Neandertales. Los arqueólogos descubrieron los
huesos de tres mujeres adultas, tres adultos
varones, tres adolescentes, dos niños, y un
infante. Todos los huesos muestran señales
de haber sido mordidos y masticados. Un
logro bastante asqueroso.
3. Vikingos sin cabeza.
Trabajadores ferroviarios en el Condado Dorset,
Inglaterra, descubrieron algo espantoso mientras
estaban excavando un área en busca de nuevos
caminos: un pequeño grupo de guerreros vikingos
sin cabeza enterrados en el suelo. Al principio,
los investigadores creyeron que los pobladores
locales se habrían vengado de un grupo de
saqueadores vikingos. Luego de mirar con mejor
detalle, las decapitaciones fueron demasiado
limpias, y parecen haberse hecho desde el
frente en vez de la espalda. Nadie está
seguro de que fue lo que sucedió.
4. Garra de un Moa
de las tierras altas.
En el año 1986, en lo profundo del enorme
sistema de cuevas del Monte Owen, Nueva
Zelanda, los arqueólogos se toparon con con esta
garra espantosa y bien preservada. Una vez que
sacaron la garra de la cueva y la dejaron en el
laboratorio, determinaron que le pertenecía a un
ave gigante prehistórica conocida como un moa de
la meseta. Viendo de nuevo a la garra, estoy
contento de que estén extintos.
5. Cráneos empalados.
6. El hombre de Grauballe.
El hombre de Grauballe es un cadáver momificado
del pantano descubierto por investigadores en el
R.U. Dejando de lado su cabello completamente
preservado y sus uñas, lo que hace importante al
hombre de Grauballe es que probablemente fuera
un sacrificio humano. Los investigadores llegaron
a esa conclusión por la gran herida que envuelve
su cuello. Parece que fue sacrificado para
una mejor cosecha.
7. El VAMPIRO de Venecia.
En el pasado, el miedo a que los seres queridos
volvieran como VAMPIROS era algo muy real.
Existían numerosas formas en que la gente lidiaba
con ese temor, incluyendo quemar los cuerpos y
enterrar al muerto boca abajo. Dejando eso de
lado, a veces se colocaba un ladrillo en la boca
del muerto. Esto era considerado la forma a
prueba de tontos para asegurar que ningún
VAMPIRO fuera capaz de succionar tu sangre.
El cráneo en la imagen de arriba fue encontrado
con un ladrillo en su boca en una fosa común en
las afueras de Venecia, Italia.
8. El Primer leproso
del mundo.
A pesar de que la lepra no era muy contagiosa, la enfermedad llevó un estigma a lo largo de la historia humana. Durante una investigación arqueológica en la India, los científicos encontraron un esqueleto de 4,000 años de edad. Ellos creen que es la evidencia más antigua de la lepra. La tradición hindú dicta que los muertos deben ser cremados, por lo que el hecho de que este esqueleto haya permanecido intacto es una clara evidencia de que esta persona fue rechazada de la sociedad por su enfermedad.
9. Huesos de bebé.
Cuando los arqueólogos en Israel excavaron las
alcantarillas debajo de un viejo baño Romano,
encontraron algo extremadamente perturbador:
los huesos de cientos de niños. No está bien claro
el porqué alguien pensó que era una buena idea
deshacerse de tantos niños jóvenes en la
alcantarilla. Afortunadamente, ya estaban
muertos cuando sus restos fueron colocados ahí.
10. Antigua Guerra Química.
Los romanos controlaban la ciudad siria de Dura
hace 2,000 años. El Imperio Persa quería la
ciudad, por lo que decidió asediar Dura. Durante
el asedio, los soldados persas intentaron
atravesar los muros de la ciudad cavando túneles.
Los soldados romanos cavaron su propia serie de
túneles para intentar interceptar a los persas.
Sin embargo, los persas los vieron llegar y
dejaron una trampa química mortal para los
soldados romanos. Cuando los romanos activaron
la trampa, una nube de humo petroquímica se
expandió por el túnel.
Los investigadores no están seguros de que
contenía el gas exactamente, pero concuerdan en
que habría convertido los pulmones de los
romanos en ácido. Un investigador sugirió que
haber respirado el gas habría sido como
respirar “los humos del infierno”.
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